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sábado, enero 06, 2007

La tortillería...

Mi Abuelo fue comerciante cabal. Llegó a Higuera de Zaragoza a principios de los años 30's.
Desde muy chico tuvo el espíritu suficiente para rebelarse a la pobreza que lo rodeaba y ahogaba en su natal Agua Caliente de Cota, pequeño poblado de la sierra de Sinaloa, perteneciente al municipio de Sinaloa de Leyva.
Me contaba en muchas de sus noches con copas, que él le decía a su madre que tenía que salir de allá, que no había nacido para ser burro ni campesino, que solo podía aspirar a tortillas de maíz con chile.
Relataba que un día salió de allá para no volver, hasta pasados los años que había construido un capital, un nombre y una vida.
Ese día que salió, cuando la noche lo alcanzó, durmió con un ladrillo en lugar de almohada, sin cenar, pero con una cabeza llena de sueños. Mismos que cumplió, mas allá de lo que imaginó. Tuvo dinero, tierras, casa, comercios hasta donde quiso. 
En 1979 me tocó conocer Agua Caliente de Cota, un día caluroso de Junio, ese día se inauguró la Luz Electríca en el pueblo, mi Abuelo y el Gobernador de Sinaloa en aquel entonces estuvieron en el acto oficial.
Recuerdo que con orgullo mi Abuelo me mostró el lugar de los veneros de agua con azufre, de allí el nombre de Agua Caliente. Me llevó a ver una piedra que descansa sobre otra menor y recorrimos la única calle del pueblo a pié.
Pasaba del medio día, cuando todos reunidos en la cancha de basquetbol del pueblo aguardábamos la ceremosnia, nadie podía tomarse un refresco o una cerveza antes del acto de inauguración, el agua no se acostumbraba aún en botellas pet de 500ml.
Por la tarde después de la ceremonia, se empezó a servir cerveza Carta Blanca a todo el mundo, empezó a llover y los guitarreros y el Quecho entonaban canciones de tríos. Hasta Leonel, hermano mayor de mi madre, cantó ese día.
Ya tarde nos regresamos a la Higuera en un camión sub-urbano de Arturo Valdez.

Toda esta historia la quise relatar pues el comercio de mi Abuelo inició con una fábrica de tortillas de maíz, por allá en los 50´s. Tenían inmensas pilas de cemento donde cocían el maíz, que posteriormente se convertía en Nixtamal y de allí a molerlo para hacerlo masa y tortillas.
Todos estos últimos 56 años, la tortillería allí ha estado, ahora la Administra el Indio, el segundo hermano de mi madre.

Esta semana he venido leyendo que la tortilla va a disparar su precio debido al incremento de las materias primas, luego me vino a la cabeza el negocio de mis familiares, donde ellos han de estar preocupados sin pensar que esto se convertirá en una área de oportunidad mayor, pues será muy costoso elaborar tortillas de maiz con harina, se tendrá que volver a utilizar el Nixtamal y como estamos en un lugar productor de maíz, habrá que comprar el grano barato, de lo que le queda a las trilladoras o de lo que pepena la gente en el pueblo.

Las tortillerías de los autoservicios que son competencia latente para mis familiares no podrán competir bajo este esquema, y habrá que ayudar a mi familia a que encuentren la forma de abaratar costos y seguir por otra generación mas el negocio que emprendió mi Abuelo.

Me queda la inquietud de como aprovechar el calor que genera la máquina que cuece las tortillas y funciona con gas propano, ese calor se está desperdiciando y debe haber la forma de poder utilizarlo para cocer el maíz, o avanzar en ello. O analizar la posibilidad de cocer maíz con leña, el éxito será mayor si encontramos la forma de abaratar el proceso del cocimiento del maíz.

Seguiremos con esto...

1 comentario:

Unknown dijo...

pinchi memín, siempre has sido mi idolo cabrón.Me dá un chingo de gusto poder mirarte en esta pagina, todavía me acuerdo cuando saliamos a tirarle a los conejos a la colonia del cerote, cuando asabamos las palomas que matabamos con tu primer rifle de diabolos.Te mando un fuerte abrazo y el mejor deseo de que te encuentres bien con toda la familia. Tu amigo Raúl Villegas OChoa.