Bueno, estamos llegando al final de este tranquilo fin de semana. El sábado 10 movidito pues tuvimos que cruzar a USA por los regalos que me han encargado mis compañeros de trabajo de la Cd. de México y por la tarde-noche tuvimos el convivio decembrino en nuestra bodega.
El evento lo consideré apagado, frío, no conectamos con la gente, la cena estaba malita, el sorteo de regalos lo califico como el peor que he presenciado. Y siendo honestos, salvo por la rifa, el año pasado fue similar.
Como necesitamos ponernos las pilas e integrar a todo el personal a nuestra vida del negocio, se nos van los días, semanas, meses y años y nuestros compañeros de la empresa no la viven, y aún así los resultados que generamos nada mal en la región.
Este lunes hablaré con Juan Pablo, para que ponga los cimientos de un crecimiento en la percepción de todos nosotros y su cariño a la empresa, no queremos autómatas, no queremos compañeros que solo vengan por la nómina, deben de venir por que les gusta lo que hacen también.
Esta semana que viene inicia ya las labores de fin de año, en 12 días ya estaremos llendo a pasar una semana al calorcito de Sinaloa, a la playa, a la sierra, a ver los negocios, a la familia...
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