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sábado, enero 05, 2008

Rafael Ruiz Harrel


Esta semana me enteré a través de la columna de German Dehesa, de el fallecimiento de Rafael Ruiz Harrel. Anoto el link personal de Dehesa pues ligarlo a su columna de reforma.com solo funcionaría para los subscriptores de este medio.
Leyendo un poco sobre él y sus escritos, me terminé enterando que fue un gran crítico de las autoridades y sus fallas, a continuación reproduzco el artículo de este día que publica reforma.com a manera de homenaje.


"Vigilancia ciudadana" fue el título del primer texto del doctor Rafael Ruiz Harrell publicado en este espacio, el sábado 2 de octubre de 1999. Esa frase resumió su interés: vigilar que la clase política rindiera cuentas de sus acciones a la ciudadanía.

El articulista, colaborador de esta casa editorial desde 1994, falleció el 30 de diciembre de 2007. A manera de agradecimiento y despedida publicamos una selección de las reflexiones que expuso en sus editoriales.


1999
Ingresar al siglo XXI sin tener una democracia plena y sin tener nuevas respuestas es hacerlo cojos, mancos, ciegos. Es necesario, en consecuencia, superar temores y alentar una seria voluntad de cambio que esté dispuesta a revisarlo todo, a repensarlo todo, a ver de frente los problemas y encontrarles las soluciones que requieren, así llevarlas adelante obligue a cerrar instituciones y a promover otras del todo diferentes (noviembre 13).


2000
La noción, o si se prefiere, la sensación de que el pasado no reduce su existencia meramente al ayer y hay muchas rendijas por las que se cuela al hoy es más honda en México que en muchos otros países. Un Partenón iluminado flotará todas las noches sobre Atenas, pero al visitar un mercado griego no se encontrará, como aquí, a mujeres contemporáneas de Pericles sentadas en la acera esperando vender algo de fruta (marzo 18).

O Fox está muy lejos de ser listo, o tiene rasgos autistas que bloquean su comunicación emocional y le impiden escuchar y entender lo que le dicen los demás. Ninguna de las dos cosas es rara en nuestros presidentes, por el contrario, pero es de dudarse que necesitemos otro más con virtudes semejantes (abril 15).

El engaño de que la democracia empieza y termina en las urnas y para florecer sólo requiere de la atención del IFE tiene asiento en la ignorancia y probablemente en la maldad (abril 29).

No quiero a mi país por sus inequidades, sus pobrezas, sus corrupciones, su desorden... Quiero a México porque deseo liberarlo de eso y de muchas cosas más (noviembre 2).


2002
Es fácil reconocer si alguien tiene o no calidad de ciudadano. Lejos de lo que dice la ley, no es la edad el elemento distintivo ni, menos aún, que tenga credencial de elector para identificarse. Importa más, mucho más, saber si México le duele; si le preocupa seriamente que haya tantos pobres; si lo entristecen las matanzas; que los crímenes no se resuelvan; que se destruyan los bosques y contaminen los cielos y los mares (junio 8).

Nosotros -los mestizos, los criollos-, lejos de darle acceso a los grupos indígenas a una forma de vida más plena, o siquiera con más de oportunidades, nos la hemos pasado quitándoles lo que tienen. No es irracionalidad, sino realismo, que tengan la convicción de que estarían mejor solos y habrían logrado mucho más si hubieran podido desenvolverse sin nuestro auxilio (noviembre 9).


2003
No existen los tales derechos humanos, los únicos derechos auténticos los otorga una cuenta en el banco y para defender a los últimos es legítimo, y a veces incluso necesario, negar y violar los primeros (marzo 1o.).

Fuera de los segundos pisos, las becas para ancianos y su cantada honestidad, ¿qué tanto hay que celebrar en López Obrador que lo convierta en figura pública de vanguardia y lo ponga al frente de la carrera presidencial? ¿Basta con tan poco para que la opinión pública haga de él un héroe así esté claro que es un estadista mediocre que obedece la ley sólo cuando le viene en gana? ¿Estamos tan necesitados de logros, los que fueren, que se aplaude y celebra hasta lo que no sirve? (mayo 10).


2004
Tal como están las cosas los partidos políticos no funcionan y, con ellos, buena parte de nuestra llamada "vida política". Continuar negando la hondura del problema es orillar a la República a un suicidio idiota (marzo 13).

La desesperación y el cansancio ciudadanos no serían tan graves si no los acompañara una renuncia nacida de la impotencia (abril 24).


2005
Somos tan gringos -así lo confesemos con vergüenza- que ya no podemos ser latinoamericanos y somos tan avergonzadamente latinoamericanos que no podemos ser gringos. No somos ni sur ni norte, sino nada (junio 4).

Reunámonos quienes nos sentimos de izquierda -sea razonable o no la sensación- y precisemos qué entendemos por un gobierno de izquierda capaz de decir algo más que "primero los pobres". Hagan otro tanto los que se sienten de derecha -sea irrazonable o patológica la sensación- y elaboren un documento exigiéndole a un gobierno de esa tendencia algo más -o algo menos- que ser capaz de persignarse. Exijamos una decisión y un compromiso de nuestros candidatos respectivos. Usemos para algo sensato esta cara, carísima elección del 2006, y propongámonos saber, en definitiva, si queremos seguir explotando a los esclavos o nuestro compromiso es liberarlos (diciembre 31).


2006
El abismo que separa a gobernados y gobernantes llega todos los días a un nuevo y más oscuro fondo. Uno cree que ya no es posible más desprecio, más desinterés, más descaro, y al día siguiente cualquier mequetrefe con poder impone un nuevo récord (abril 8).

Tener un país dividido en polos intransigentes y en tercios intolerantes, ¿no es la mejor manera de cortejar la ingobernabilidad? ¿Podremos acabar bien cuando menos este año? (mayo 20).


2007
Los problemas que puede enfrentar nuestro país, guiado por un presidente que depende del ejército al grado en que lo hace Felipe Calderón, no son sencillos. Es inquietante que el presidente crea que puede legitimarse disculpando y defendiendo al ejército por todo lo que haga, incluyendo acciones abominables, pero lo es más que no entienda que no podrá gobernar sentado en las bayonetas (abril 7).



Al final de esta columna aparece una pequeña biografía de este personaje, de la misma manera, la copio íntegra:

Rafael Ruiz Harrell es uno de los criminólogos más reconocidos de México. Es licenciado en derecho y doctor en filosofía de la ciencia. Fue profesor en la UNAM durante muchos años. Desde 1970 se ha dedicado al estudio de la criminalidad, particularmente de las causas del crimen y de los medios para controlarlo. Ha publicado su trabajo tanto en libros, como en sus artículos en el periódico Reforma del DF.

Descanse en Paz, Nunca me he sentido tan identificado con las palabras de un escritor como son estas que transcribí, no dejemos que estas palabras queden solo en escritos que van a ir cambiando de color o borrándose en las hemerotecas, hagamos por nuestro bien que estas cobren vida.

Saludos

Guillermo Buelna

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