Nuestros sueños deben ser elevados para no perderlos de vista. Lástima que este sueño no lo comparta mi esposa y mis hijas.
Mi sueño es la Hacienda; una finca en mis tierras de cultivo en Sinaloa. Un lugar de descanso, de estudio, de formación, de encuentros.
La visualizo como una edificación estilo colonial, con todos los servicios y un lugar mas que para descansar para el esparcimiento, para el convivio y para el intercambio de Ideas. Esas que tanto le hacen falta a las personas para Crecer.
Tendrá su sala recepción, su amplia cocina, su comedor, sus 5 recámaras, un estudio cómodo para pensar y escribir, cuarto de televisión, salón para juntas y reuniones, este último equipado con mesas para seminarios, proyector audiovisual, bocinas para que se escuche perfectamente al expositor, y sobre todo una vista preciosa a jardines bien cuidados, una fuente y patios conformados bajo el feng shui.
¿es mucho pedir?
domingo, diciembre 17, 2006
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