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miércoles, noviembre 15, 2006

La numero 100 (no me deja poner acento¿?)



El número 100 en nuestros tiempos está ligado a lo máximo.

Si es en la universidad es calificación perfecta.
Si es en el teatro, a una obra madura.
Si es en política, es un período de tiempo donde se deben sentar precedentes, como habrá de suceder dentro de escasos 16 días, ese primero de diciembre que nos tiene en ascuas, por saber que camino tomará nuestro presidente electo. Felipe Calderón marcará su sexenio con lo que haga ese día. Lo que son los tiempos ahora.

Hace apenas 18 años, o sea al inicio del gobierno de Carlos Salinas de Goratari, y hasta el final de su mandato, o sea que el término se reduce a Hace apenas 12 años, era impensable tratar de frenar al Presidente de la República sin esperar serias repercusiones por ello.
Con Zedillo fue aminorando esa aura imperial de los Presidentes de México al hacer a la Presidencia, esa institución devaluada hoy en día en muchísimos países, no solo en México, oficina de un Mortal, con mas defectos que virtudes.
Recuerdo los cercanos 70´s, cuando el caudillismo mexicano veía su máxima expresión y decadencia.

Un Echeverría populista, intocable. Un López Portillo idealista, corrupto como no habrá otro en la vida política, aunque el Salinismo haya establecido records de robos al erario, el de López Portillo abrió camino para que en los dos gobiernos subsecuentes ni llegara la Renovación Moral de la Sociedad y la Solidaridad solo fuera para un grupo ya numeroso de políticos que se beneficiaron como nunca, fruto de sus ilícitos.
El régimen de López Portillo fue nefasto, pues allí nacieron y se consolidaron las mafias mas dañínas que azotaron a nuestro país, cual si fueran plagas del Antiguo Testamento. El Salinismo solo mostró la cara de los desmanes, que solo fueron posibles por una estructura madura de compadrazgos, coftadías y amiguismos revolucionarios impensables en el mundo moderno.

Dados los tiempos, tomemos un caso que tiene hoy relevancia: López Portillo aceptó llevar a cabo el capricho de Amalia Solorzano, la esposa del General Cárdenas. Dicho capricho consistió en hacer Gobernador de Michoacán sul pequeño Cuauhtemoc, ese que hoy se rasga las vestiduras de pureza, quien ya no recuerda que no debe haber existido un solo día productivo de toda su vida; cuyo único logro en esta vida es haber sido el único hijo de "tata" Lázaro. Mira nomás, como decimos en el pueblo, ahora resulta que se ha convertido en un ícono de la moral política de este país. Si estaremos jodidos los mexicanos.
Este Michoacán que hoy dirige su hijo Lázaro, mira nomás. Tres generaciones gobernando su feudo. Si en verdad tuvieran moral, ya hubieran hecho algo por las 555 ejecuciones que van solo en estos 10.5 meses del año allí en su Estado. ¿les importará? No mucho, pues una familia con ese poder, solo demuestra su ambición, no su vocación, al permitir esta clase de desmanes.

Siempre que hablo sobre política no pudo dejar de comentar la frase "Los pueblos tiene el gobierno que se merecen" no recuerdo si fue Voltaire, o que pensador famoso con toda la razón lo señaló. Pero en este México es una gran verdad, esa frase debió ser dicha para los Mexicanos, aunque hoy en día, los Venezolanos tiene el mismo derecho a apropiársela que nosotros.
Y en efecto, hemos terminado de construir gobiernos de Mierda a lo largo y ancho del país, a base de estarla cagando a diario con nuestro comportamiento corrupto generalizado. El que verdaderamente, digo verdaderamente esté libre de haber cometido una corruptela en este País, que tueza, aunque sea Otoño y ya sintiéndose el friíto, con esta medida he erradicado la influenza.

Saludos...

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